Por Antonio Peñalver.
En marzo de 2010, Ángel Laborda, representante de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), manifestaba que había que poner «patas arriba» el Estatuto de los Trabajadores ya que nuestro mercado laboral es muy rígido y las reformas aprobadas al respecto hasta ahora son meros parches. Entre otras, la CECA proponía abolir la contratación temporal, así como crear un contrato único indefinido con indemnizaciones por despido más baratas que las actuales y que aumenten de forma progresiva.
En julio de este año de 2011, PwC, en base a un estudio en el que participaron casi 400 expertos y empresario consultados, pedía al Gobierno español nuevas medidas urgentes para obtener mayor competitividad y productividad, donde se incluye la propuesta del contrato único.
A finales de este pasado mes septiembre, el BBVA apostaba por crear un nuevo contrato de trabajo único con costes de despido crecientes con la antigüedad del trabajador en la empresa, así como por aumentar la dotación y rediseñar las políticas activas de empleo, para combatir el alto paro juvenil, que ronda ya el 50%.
Por su parte, Ignacio Fernández Toxo, -el secretario general de CC.OO-, considera esta propuesta un “disparate”. Igualmente, Valeriano Gómez, -actual Ministro de Trabajo e Inmigración-, considera que establecer un contrato único no ataca las causas reales de la inestabilidad laboral.
No me cabe duda que estas declaraciones, parten del hecho de que no tener trabajo es un autentico drama. Por ello, hemos de buscar formulas que revitalicen la contratacion laboral: ahora, algo tremendamente importante.
La verdad es que creo firmemente que es necesario unificar el contrato de trabajo, así como reducir el coste del despido a 20 días por año trabajado o un ratio cercano. Es más, no creo que cuanto más tiempo se trabaje las indemnizaciones por despido hayan de incrementarse, como propone CECA: eso sería una inequidad y volvería a ponerse trabas a la flexibilización del mercado laboral.
Como ya he comentado en alguna ocasión, el empresario no contrata con carácter indefinido, entre otras cosas, por lo que conlleva de coste la desvinculación laboral y por tanto, si queremos flexibilizar el mercado de trabajo español esta tiene que ser una medida necesaria.
Y una indemnización en torno a los 20 días por año trabajado está en línea con la práctica de la mayoría de países europeos y obviamente, por encima de estados unidos.
Sin embargo, coincido con otras interpretaciones por las que esta medida no es suficiente; pero, sin duda, por razones diferentes a la de los representantes de la izquierda esgrimen preocupados, de una manera cerril, por mantener privilegios a toda costa en un entorno de grave crisis. De hecho, algunos argumentos para impedir el contrato unico y el abaratemiento del despido los considero irresponsables: ¡a veces, hay que dar un paso atras para poder seguir andando!.
Esta medida, de ponerse en práctica, no tendrá un impacto en la reducción de costes y flexibilización del mercado a corto plazo, ya que no afectaría lógicamente a los trabajadores que actualmente disfrutan de este estatus.
Por ello, hemos de contemplar esta medida como una más que ha de complementarse con otras acciones que favorezcan la flexibilidad laboral a corto y medio plazo. De tal modo que los profesionales que alguna vez se vean en el paro pueden encontrar un nuevo trabajo fácilmente, como sucede en países como Inglaterra, Francia, Alemania o Estados Unidos.
Además de la necesaria revitalización de la economía, hace falta promover un mercado laboral que facilite la libre movilidad profesional y contratación de trabajadores.
He aquí algunas ideas para complementar la medida del contrato único y mover el mercado de trabajo:
- reducir los costes de abono a la seguridad social cuando se contrata;
- simplificar las tipologías de contratos de trabajo; premiar la auto contratación;
- equiparar los regímenes general y autónomo de la seguridad social en aportación y beneficios de la seguridad social;
- obstaculizar la continuidad laboral a partir de los 65 años;
- disminuir el complemento por desempleo e incluso, disminuirlo cuando la indemnizacion por despido haya sido muy alta;
- exigir la renovación por cualificación y desempeño de los puestos obtenidos por concurso público al cabo de un tiempo; etc.
¿Alguien tiene alguna idea más a favor o en contra de lo que aquí planteo?
La única forma posible de sustentar todo eso, es tener primero un sistema de protección social. Algo que tienen en los países europeos que usted menciona. España no es Alemania, aquí no hay viviendas sociales para quien no tenga un duro, por lo que los trabajos se hacen imprescindibles para sobrevivir. Admito que si el liberalismo fuera un poco como el del siglo xix, tendría sentido, puesto que se garantizaría la protección de los más débiles, pero en esta España monstruosa de hoy en día, no.