Autoliderazgo: El primer aspecto para desarrollarse como líder es saber liderarse uno mismo. Eso implica el dominio de las competencias intrapersonales y que, Daniel Goleman, bajo el dominio de la inteligencia emocional, nos ha permitido conocer como las “auto-competencias”.
Las competencias intrapersonales se refieren a aquellos comportamientos que ayudan al entendimiento de uno mismo: conocimiento de las ideas, dones y destrezas propias, conocimiento de las metas personales, habilidad para controlar los sentimientos personales y las respuestas emocionales, así como la habilidad para regular la actividad mental, el comportamiento y el estrés personal.
Autoliderazgo, significa el dominio de las auto-competencias que Daniel Goleman describe y supone saber responder a estas tres preguntas clave: ¿tengo conciencia de mí mismo?, ¿me se auto-motivar? y ¿se me autorregular?.
A continuación, destaco diez comportamientos que te ayudarán en tu búsqueda para auto-liderarte con éxito:
1. Haz un inventario de tus talentos de liderazgo.
Sócrates nos decía «conócete a ti mismo» y se refería, por un lado, al conocimiento de nuestras capacidades y, por otro lado, a esa pieza clave de la inteligencia emocional de tener conciencia de las propias emociones. Es más, si queremos obtener provecho en el futuro hemos de sacar las lecciones de nuestros comportamientos pasados.
Una incapacidad sobre el conocimiento de nuestras capacidades y adicciones nos deja a merced de los impulsos, las emociones incontroladas y no nos permitirá gestionar nuestro futuro.
2. Tienes que saber definir y elegir tus condiciones de vida y trabajo.
Hemos de saber definir lo que queremos que sea el éxito para nosotros. No podemos permitir que otros lo hagan por nosotros. No podemos ni debemos vivir por (y para) los deseos de nuestros padres, jefes, profesores…
Tener un propósito claro y personal crea coraje. Seremos buenos en la medida que nuestros compromisos sean claros.
La voluntad de ejercitar nuestras elecciones personales y laborales es la fuente de la energía de nuestro liderazgo. El lider es que aquel que, por una parte, sabe que es lo que le reconforta y, por otra parte, controla las fuerzas estresantes de su entorno y no deja que se escapen de su control.
3. Preocúpate de la dirección y no de la ejecución.
La persona que se sabe auto-liderar mira siempre a largo plazo. Es fundamental asegurarnos de que nuestra dirección responde a un objetivo y legado personal previamente definido y que sentimos nos mueve irremisiblemente. Hemos de saber responder a preguntas como: ¿mi trayectoria es correcta? ¿este es mi curso?…
Tener un mal día o una mala semana no es grave, lo importante es no perder el curso de nuestra trayectoria previamente predefinida.
La evaluación de nuestro liderazgo se realiza sobre la base de nuestros propios registros completos y no de los registros parciales e incompletos de actuaciones anecdóticas.
4. Quítate mochilas arcaicas antes de ponerte las nuevas.
Para auto-liderarnos eficazmente hemos de ser conscientes de que no se puede transformar aquello que no nos compromete.
No podemos adoptar rápidamente nuevos hábitos, vocabularios, lemas o comportamientos, si antes no nos hemos desprendido de creencias y comportamientos que suponen una losa para nuestra visión y objetivos de autodesarrollo; es como golpear una pared astillada.
Los cambios reales provienen de cambiar nuestros mapas mentales arcaicos y paralizantes. La alta energía del lider proviene de una visión personal clara y apasionada.
5. Pide ayuda.
El aislamiento agrava la inseguridad. Tienes que establecer sistemas de apoyo sólidos que te aporten feedback de tu realidad y soporte para el cambio.
Tienes que estar dispuesto a pedir conocimiento y escuchar feedback externo. Ello te ayudará a conocer, conocerte y a crecer. Busca sabiduría sobre las áreas en las que necesitas crecer. Toma el feedback, -lo que significa conocimiento-, como un tesoro.
Jim Collins, en su estudio “Good to Great”, nos recuerda que una de las claves del líder 5 (el excelente y transformador) es la humildad; lo que significa saber pedir ayuda y rodearse de los mejores.
6. Sal y pasa tiempo fuera de tu zona de confort.
El líder solo crece cuando está al límite de sí mismo.
Salir de nuestra zona de confort es notablemente bueno en todos los niveles. Te ayuda a descubrir, ampliar tus horizontes, asumir riesgos, adquirir confianza en tus posibilidades y agudiza nuestros sentidos. Solo puedes crecer cuando estás abierto y consciente de tus nuevas posibilidades.
Reconoce tu nivel de estrés y trata de superarlo asumiendo nuevos retos y riesgos: te ayudará a crecer. Reinvéntate continuamente. El estrés excesivo proviene principalmente de la vida reactiva; el estrés puede destruirnos o puede energizarnos; la diferencia está en cómo lo percibimos.
7. Cultiva tu relación con tus colegas, jefes y colaboradores.
La calidad y profundidad de nuestro liderazgo se refleja en nuestra relación con nuestros stakeholders. En la relación con ellos, debemos ser claros acerca de nuestros valores porque revelan quiénes somos realmente como líderes.
Asume el riesgo de iniciar conversaciones valientes y creativas con tus colegas, jefes y colaboradores.
8. No te aprietes demasiado.
Cuanto más te exprimas, más agarrado estarás.
Vive con la mano abierta. Practica estar agradecido por lo que tienes y date margen. Nunca pienses que no tienes más alternativas, porque nunca pasa por tu estación el último tren. Detrás de una amenaza siempre hay una oportunidad.
Mantén siempre una actitud positiva y date oportunidades de mejora. Cuanto más lo intentes, más lo conseguirás.
9. Sé integro.
La clave del alto rendimiento es la integridad; es decir, hacer pequeñas cosas de manera constante. La integridad del liderazgo se construye o destruye mediante pequeñas cosas cotidianas que se convierten en un patrón.
10. Celebra tus éxitos.
Las personas se sienten atraídas por lo que se celebra. Por lo tanto, celebra tus pequeños o grandes adelantos. La celebración es un proceso de construcción. Toma nota de los «pequeños pasos» que vayas consiguiendo en tu carrera.
Antonio Peñalver