La Gestión del Talento Inmaduro (A propósito del fichaje de Martin Odegaard)

Para los aficionados del futbol y otros muchos que no
lo son, no ha pasado desapercibida

la recientemente contratación millonaria de Martin
Odegaard. Un jovencísimo noruego de 16 años que, -tras recibir diferentes ofertas
de equipos como el Bayern, el Ajax o el Liverpool-,
ha preferido fichar por el Real Madrid por un contrato respetable económicamente
que irá creciendo a lo largo de seis años en base, primordialmente, a sus
resultados.
 

Como en tantas otras cosas del deporte, aquí extraemos otra lección sobre recursos humanos y en este caso es sobre cómo gestionar el talento inmaduro en las organizaciones.
Al igual que este joven “millennial” tiene su talento
en los pies, -la inteligencia que más destaca en él es la cenestésica en su
vertiente activa-, otros destacan por disponer de un  talento mas verbal, interpersonal y/o lógico-matemático.
Y estos talentos son necesarios para que las organizaciones puedan crecer y
obtener sus retos de negocio.
La gestión del talento continúa siendo un reto para
las organizaciones con el fin de asegurar su competitividad: captarlo,
desarrollarlo, conseguir que aporten resultados y en su caso, retenerlos. Cuando
hablamos de talento no estamos hablando de cualquier persona: el talento que
requiere cada organización es diferente y está en correlación con sus
capacidades técnico-operativas y emocionales. Por ello, en muchos casos se
habla (y es cierto) de que este sigue siendo escaso.
El talento puede ser maduro y se basa en que, además
de las capacidades requeridas, ya se haya podido acreditar altos niveles de
desempeño. En otros casos, como el de Martin Odegaard, el talento es inmaduro;
Es decir, se infiere que puede llegar a tener altos niveles de desempeño y
asumir mayores responsabilidades en base a las capacidades que ya comienzan a
aflorar pero hay que desarrollarlas y ponerlas a prueba.
En este caso, el Real Madrid con la contratación de
Martin Odegaard, nos da un ejemplo de cómo se ha de gestionar el talento
inmaduro en las organizaciones, destacando cuatro
rasgos
:
·        
Banco de Talento. Los clubs
deportivos más exitosos disponen de una cantera de jóvenes profesionales que
acrediten las capacidades y motivación para crecer paulatinamente en la
organización y en un futuro no tan lejano poder asumir posiciones de mucha
mayor responsabilidad dentro de las misma. El Castilla, el Barcelona B o el Atlético
B son ejemplos de bancos de talento. Son filiales de estas organizaciones
deportivas en lo que juegan jóvenes promesas entrenados y tutelados por
profesionales con experiencia dentro de la casa (como, por ejemplo, Carlos
Sánchez Aguilar o Zinedine Zidane).
.
·        
Empleador de
Referencia Global
. ¿Por qué ha decido fichar el joven Martin Odegaard
por el Real Madrid y no por el Bayern, cuando la oferta económica de este último
era mucho más jugosa (¡que ya es decir!)?. Muy sencillo. por que el Real Madrid
ha sabido poner en valor aquellos rasgos de los que dispone que le hace atractivo
a muchos de los jóvenes futbolistas con ganas de crecer en este mundo:
o  es institución de renombre mundial (por sus éxitos deportivos
y por su buen marketing),
o  ofrece desarrollo profesional (podrá aprender y
jugar en el Castilla, entrenar en el equipo de primera división y después, llegar
a ser titular del mismo),
o  promete reconocimiento (a medida que crezca podrá
ganar mas dinero e incluso, por encima de lo que le pudiese pagar la
competencia y además, será ídolo de la afición)
o  y asegura empleabilidad a largo plazo (pasar por
el Real Madrid es garantía de que luego podrá jugar en otros equipos de
prestigio).
  
·        
Diferentes fuentes de
reclutamiento
. El Real Madrid, el Barcelona o el Atlético de Madrid
han creado o están creando escuelas de aprendizaje por diferentes territorios nacionales
e internacionales para, además de potenciar su imagen –lo que redundará en su
venta de “gifts”-, poder captar jóvenes talentos: “mirlos blancos” que les
puedan aportar mucho éxito en el futuro y con mucho menos coste que tener que
ir a reclutar talento maduro a los mercados de invierno o de verano.
·        
Plan de Carreras. Las instituciones futbolísticas, en la medida de sus posibilidades,
ofrecen a sus jóvenes talento posibilidades de crecer profesionales, en base al
entrenamiento y desempeño, que se corresponderá con mayor reconocimiento lo que
supondrá ascender hasta llegar a jugar como titular en el primer equipo y
consecuentemente ganar más dinero. En el caso, de este joven noruego, este
esquema de carrera ha quedado reflejado en un contrato desde el primer momento.

Antonio Peñalver

6 comentarios en “La Gestión del Talento Inmaduro (A propósito del fichaje de Martin Odegaard)”

  1. Siempre que leo un artículo relacionado con el futbol y a medida que voy aprendiendo y leyendo más contenidos sobre el tema del capital humano y las organizaciones, son una fuente valiosa de reflexiones y acciones que enseñan mucho de lo que puede ser una organización y los objetivos y pautas en su actuación con las personas y de su gestión para sacar lo mejor de sí mismas.

    Los equipos de futbol en los últimos 15-20 años hemos visto como han evolucionado a otro nivel mayor de gestión de la organización y han apostado fuertemente por las personas y los profesionales que se desenvuelven en ella. Ya no solamente se ficha profesionales a los que se pone a trabajar inmediatamente en un puesto en el árbol jerárquico de la organización, ahora se trabaja en otros muchos planos: el personal, el emocional, cuidado en formar a la persona y el profesional, construcción de equipos de alto rendimiento (más que anticuadas estructuras extremadamente jerárquicas) etc., pero es que además, se transmite una cultura empresarial que inculca un orgullo de pertenencia del trabajador a la organización, aporta reconocimiento a la persona, una trayectoria profesional sólida que abrirá muchas puertas en el futuro, etc. y eso son hoy día cada vez también factores muy valorados por los trabajadores en las empresas.

    Este plano del deporte, que utilizamos de manera más o menos continua para su aplicación o traslado al resto de organizaciones, siempre es un campo que va por delante e innovando y aplicando acciones que son de gran interés, el caso de la apuesta por cada vez jugadores más jóvenes, como M. Odegaard es un claro ejemplo y un primer indicador que habrá que seguir muy de cerca para ver sus resultados a medio-largo plazo y el impacto (esperable positivo) que pueda tener en la organización.

    Hoy día muchos planes de estudios universitarios tienen asociadas prácticas, que yo también viví en mis primeros años de etapa profesional, gracias a que profesores que me habían formado o colegas profesionales que ya estaban trabajando, me dieron esa oportunidad y me enseñaron a desarrollarme como profesional, aportándome unos conocimientos y habilidades de gestión de tareas y equipo, que me hizo tener mucha más solidez en el desempeño profesional posterior. Creo que es muy trasladable lo que en este post se expone al mundo de la empresa, aquí es donde hago una reflexión personal: ¿Una organización podría hacer una apuesta hoy día más sólida o firme por jóvenes que se están empezando a formar y no solamente unas prácticas con una corta duración temporal? Lógicamente hablamos de alumnos que destaquen o brillen en determinadas materias o habilidades, como el caso de este joven jugador. ¿Podría ser posible que una organización decidiera arriesgar o invertir algo más en gestionar este tipo de talento inmaduro? Desde luego creo que sería una apuesta interesante y que requeriría una alta dosis de determinación e implicación a muchos niveles organizativos, pero que puede dar muy buenos resultados si se sabe gestionar de forma adecuada y en los 4 aspectos que se nos indica en el post.

    No quiero dejar sin comentar que siempre que hacemos un símil con el futbol, aunque está implícito y es obvio, es el lapso de tiempo que transcurre entre la formación de un futbolista y su vida en activo, que puede finalizar sobre los 40 años, y que cuando lo trasladamos a una organización estamos hablando de periodos bastante más largos y puede dar la impresión de que si no se tienen 25 años no eres valioso para una organización.

    Es en este último punto donde me gustaría lanzar también algunas preguntas interesantes a raíz del interesante lema del post: ¿Qué hacer con el talento maduro? ¿Cómo se podría gestionar? ¿Por qué las empresas hoy día rechazan el talento maduro o la experiencia de profesionales que llevan unos años a sus espaldas? Creo que sería también muy interesante analizar, profundizar y ver las posibilidades que tienen hoy día las empresas para aprovechar este conocimiento y experiencia.

    Francisco J. Carrillo Guajardo-Fajardo
    Alumno: Liderazgo y Management (UAH)

  2. La organización tiene que analizar la demanda personal,según la situación mejora su manera de contratar y atrae los talentos.Las organizaciones famosas necesitan utilizar sus ventajas para atraer los talentos,a través de su influencia establece su imagen a los talentos inmaduro.
    Para atraer los talentos inmaduros,la organización necesita ofrecer la oportunidad de curso de capacitación para mejorar su habilidad profesional y espacio de ascenso que los talentos inmaduros se pueden ver su perspectiva.Esas son cosas que ellos necesitan ahora.

    Wenli LI
    Alumno:Management y Gestión de cambios

  3. Está claro que el tener un banco de talento en las empresas es una "cuasi" garantía de tener un futuro mas o menos tranquilo en cuanto a temas de cobertura de puestos. Y me explico. Las empresas deben ser capaces de identificar el talento de sus posibles aspirantes. Aquellos aspirantes cuyo talento sea el que busca la empresa deberán ser contratados y formados desarrollando sus inteligencias (que deberán ser identificadas) hasta que el responsable de la incorporación de estos aspirantes decida que ya están preparados para dar el salto a puestos de mayor responsabilidad. Pero aquí no se acaba la preparación sino que a los talentos que se incorporen al organigrama de la empresa, tambien deben tener un plan de desarrollo. Siguiendo con el ejemplo del post, Odegaard tiene, sin duda un gran talento para el futbol, pero que puede ser echado a perder si el plan de desarrollo dentro de la empresa en entornos de alta presión (primer equipo del Real Madrid) no es el adecuado. Desde mi punto de vista, una empresa (o en este caso club de futbol) como es el Real Madrid, no es capaz de llegar a este punto de desarrollo en el que los jóvenes talentos despunten dentro del primer equipo. Hace bastante tiempo que no hay ningún talento que destaque por encima del resto, tal y como hace Leo Messi en el Barcelona que, desde mi punto de vista, aprovecha mejor sus talentos para que ayuden a la organización a largo plazo.

    Sergio Abad
    Alumno del Máster en Management y Gestión del Cambio

  4. Una vez más, los símiles con el futbol nos hacen ver como son de importantes aspectos relacionados con los recursos humanos de una empresa, o equipo de futbol en este caso.
    Aquí se está hablando de la gestión de talento inmaduro para en un futuro, convertirse en un talento maduro y potencial que pueda aprovechar la empresa satisfactoriamente. Por ello como bien explicas, estoy de acuerdo en que el talento se tiene que desarrollar y gestionar correctamente para que pueda convertirse en algo rentable. El ejemplo del futbol es perfecto pues es muy visual, un equipo tiene que renovar la plantilla constantemente y por ello están fichando jóvenes continuamente para que desarrollen su potencial en el equipo y les aporten lo máximo posible en futuras temporadas. Al tratarse de un equipo siempre se nota más cuando el jugador responde y desarrolla bien su talento, ya sea por sus logros (goles, jugadas, etc) o por su comportamiento. Este ejemplo es particularmente bueno pues las grandes instituciones deportivas, como es el Real Madrid, funcionan como un fondo de inversión en talento deportivo. Cada joven o posible fichaje es valorado en función de sus aptitudes y actitudes actuales y se efectúa una proyección a medio y largo plazo en función de la experiencia en casos similares. A pesar de ello, se sabe que no siempre los fichajes o la confianza en jóvenes talentos sale bien, pues todos no responden de la misma manera. Sin embargo, se sigue confiando en la rentabilidad global del conjunto de jóvenes, de los cuales se espera obtener resultados óptimos y un rendimiento económico que haga de ellos algo rentable y hasta provechoso.
    Además, me gustaría destacar algo que tiene y se ha preocupado por ello el Real Madrid, me refiero a ser la primera opción para la gran mayoría de los jóvenes. Aunque este equipo no realice la mejor oferta económica, asegura a cualquier jugador que entre en su cantera un gran desarrollo profesional, un futuro en cualquier equipo (pues no todo el mundo consigue jugar para el Real Madrid, y crea un gran prestigio como jugador) y el impacto publicitario que conlleva estar en este equipo. Esto parece una tontería, pero como el Real Madrid, las empresas deberían esforzarse en ser la primera opción para jóvenes talentos y asegurarles un futuro y crecer como profesionales. Así, conseguirían a los mejores y no permitirían que se fueran a otras empresas (competencia).
    En mi opinión, esta es la mejor forma de gestionar el talento inmaduro, pues además de formarlo, el joven se siente motivado por entrar en una empresa con renombre y va a esforzarse y dar más de sí mismo para impresionarles.

    Nuria Terol
    Alumna del Máster en Management y Gestión del Cambio

  5. El ambiente altamente competitivo a nivel empresarial y profesional, el cual, se caracteriza por la presencias de constantes turbulencias empresariales generadas por los continuos cambios que se producen en diversos aspectos como por ejemplo en temas económicos o la tecnológicos, obliga a las organizaciones empresariales a convivir y sobrevivir en estas circunstancias.

    Por la anterior razón las instituciones empresariales se ven obligadas no solo a retener el talento humano sino a conseguir para su modelo de negocio aquellas personas que posean el talento necesario para hacer frente a las demandas y exigencias empresariales de hoy en día. Tener un banco de talento es una de las opciones que facilitan reemplazar, cuando sea necesario, un talento por otro con el objetivo de mantener las diversas ventajas competitivas, respetando a su vez la ética profesional y la jurisdicción correspondiente.

    El caso del Real Madrid, con el joven talentoso Ødegaard, quien se convirtió el pasado fin de semana en el debutante más joven en el mejor equipo del mundo, es algo particular, dado que el Madrid no solo adquiere un jugador con un talento por potencializar sino que evita, como comenta en una opinión anterior mi compañera de clase Nuria, que ese talento es empleado por otro equipo europeo y que por ende se convierta en una futura amenaza para los intereses del club blanco. Lo anterior, lo comento basándome en el caso de otra estrella del mundo futbolístico que en su adolescencia entreno en las instalaciones del Real Madrid, institución que no realizo los procedimientos necesarios para hacerse con dicho jugador. El talento de Neymar, no se desarrollo en Valdebebas y años después, este crack ficho por el mayor rival de la institución blanca. Esta experiencia, desde mi punto de vista, fue un determinante importante para que la casa blanca fichara a Ødegaard, quien posee un contrato con una serie de beneficios que no poseen otros talentos de la Fábrica blanca, como por ejemplo, entrenar con los jugadores del primer equipo, y por ende potencializar su talento al lado de los mejores talentos futbolísticos del mundo.

    Teniendo en cuenta todo el contexto explicado en el párrafo anterior, me surge la siguiente pregunta: otras instituciones, de diferentes ámbitos, que no posean las características y facilidades del Real Madrid (prestigio, historia, economía, entre otros) ¿se pueden permitir esta opción de potencializar un talento joven? más si tenemos en cuenta las dificultades económicas que posee la Unión Europea. Esta pregunta de ser vista como una oportunidad para crear un plan de desarrollo por parte de los departamentos de recursos humanos, para captar el talento, competencias e ideas de nosotros los jóvenes para fortalecer sus puntos débiles y mantener sus ventajas. Esta decisión puede ser incierta y no tener un retorno de la inversión a corto plazo pero los planes a futuro permiten estar preparados para los posibles escenarios y con lo cual se puede obtener una ventaja competitiva.

    Andrés Felipe Hidalgo Barragán
    Estudiante Master Universitario en Management y Gestión del Cambio (UAH)

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